martes, 24 de febrero de 2009

De cómo opinar sobre los trabajos ajenos.

Queridos discípulos: En la clase de hoy me referiré a la particular situación que sobreviene a la expectación del espectáculo de un alumno, colega o compañero de ruta, en esos casos donde no nos ha gustado nada lo que hemos visto.

Primera opción: La huida.
Supongamos entonces que acaba de suceder el apagón del desaventurado espectáculo:
Obviamente lo primero que hay que intentar es una huida rápida y disimulada. Esta puede ser acompañada de un mensaje de texto que diga “tuve que volar, mañana te llamo”. “Mañana” puede ser nunca, y la próxima vez que nos encontremos con el susodicho, el tiempo habrá limado la ansiedad de éste por conocer tu opinión. Aconsejo tratar de no dar excusas del motivo de la retirada, para evitar preguntas posteriores las cuales haya que respaldar con más mentiras tales como describir un ficticio cumpleaños de quince de una prima tercera, también ficticia.

Segunda opción: La opinión ambigua
Si la huida se te hace imposible, hay una buena opción. Usa palabras que suene bien, en frases que parezcan grandilocuentes pero que no reflejen una definición de tu opinión: “interesante búsqueda” “estética compleja y arriesgada” a esto le puedes agregar elogios al trabajo individual como “veo grandes cambios desde tu anterior trabajo”

Tercer opción: Cuando tu insatisfacción es inocultable
Si ya no te sirven ni los mil recursos actorales que has aprendido en toda tu carrera puedes apelar a un malestar físico, una oportuna fiebre o una contundente descompostura estomacal. De usar este recurso procura no ir luego del espectáculo a la celestial ingesta de una suculenta milanesa en “el Cervantes” o un tucoypesto en “Pipo” ya que puedes ser descubierto. Recuerda ir a un lugar no frecuente entre los elencos ¡Vete a un lugar lejano!
En el caso que la persona que te invitó ya haya visto tu cara y directamente te pregunte ¿Por qué no te gusto? Aplica la frase salvadora “está bueno… pero no es el tipo de teatro que me gusta”

Por último: No olvides el valor máximo de nuestro oficio: Si la que te ha invitado es “Una minita y está buena” ¡Miente! ¡Miente sin culpa! Que una buena mentira puede redundar en un encuentro más interesante que todo este pantano artístico en el que tu y yo nos hemos metido, quien sabe por qué...

Maestro Gregorio Gargantini

1 comentario:

Anónimo dijo...

Queridos alumnos, gracias por las palabras de aliento. Pido enfaticamente que los comentarios los hagan al mail gregoriogargantini@gmail.com para poder responderlos de forma personalizada. Gregorio Gargantini.